Atletas LGBTQ+ redefinen sus experiencias dentro y fuera de sus deportes

Verónica Vega Bon dice que ser parte de la comunidad LGBTQ+ es una presión adicional en su carrera como atleta de taekwondo. Photo by Danelys Estévez Dávila/LATINO REPORTER

TOA ALTA, Puerto Rico — Cuando Verónica Vega Bon decidió mostrarse quien realmente es, una atleta LGBTQ+, entendió que debía de encubrir su orientación sexual en ciertos espacios deportivos para protegerse. 

La atleta, quien practica taekwondo desde los cinco años de edad, describió que pertenecer a una entidad atlética como persona LGBTQ+ representa una presión adicional. Sentía la constante expectativa de mostrarse y comportarse de cierta manera, además de demostrar alto rendimiento ante sus entrenadores.

Vega Bon no es la única que comparte estas experiencias.

Tan solo en Estados Unidos, cuatro de cada cinco jóvenes LGBTQ+ ocultan su orientación sexual a sus instructores en los deportes que practican, según datos de Human Rights Foundation para el 2020.

Asimismo, de acuerdo con la fundación, un 78 por ciento de los atletas encuestados expresaron que los equipos deportivos no son espacios seguros para las personas de esta comunidad. 

A pesar de los cánticos despectivos, insultos y comentarios que discriminan su orientación o identidad sexual, atletas de la comunidad LGBTQ+ como Vea Bon dicen luchar cada día por su inclusión en espacios deportivos con un trato digno e íntegro. 

Durante unas competencias locales, la deportista afrontó un acto discriminatorio con un entrenador al ser señalada como perjudicial para el equipo por su orientación sexual, por lo que recibió un trato diferenciado.

“Me sentí, en un momento dado, atacada, vulnerable. Fue un disgusto bien grande porque sé que es algo que, por esa razón solamente [por ser LGBTQ+], yo lo voy a pasar a diferencia de mis otros compañeras y compañeros”, apuntó Vega Bon.

“No entendía por qué estaba en esa posición. […] ¿Por qué yo?”, cuestionó.

Luego de la experiencia, la jugadora limitó su interacción con las compañeras y compañeros para evitar otras repercusiones. 

Atletas durante un juego de Voleibol. Cortesía de Didesex. Cuidad de México, México.

“Ya era algo que estaba en mi subconsciente”, comentó al añadir que evadía contacto físico y conversaciones casuales. 

Rafael Villanueva Hernández, el director general de Didesex, una organización que impulsa modelos positivos de diversidad sexual en los deportes desde México, subrayó que es una experiencia común entre los deportistas LGBTQ+. 

Villanueva Hernández explicó que, debido al alto nivel de prejuicios y estigmas en contra de la comunidad en América Latina, no se fomentan espacios seguros para el deporte con diversidad sexual.

“Si vemos esta realidad, nosotros como latinos nos vemos muy limitados en asumir nuestras orientaciones y nuestras identidades, y desarrollarnos dentro de nuestras prácticas deportivas”, esbozó.

Deportistas realizan un juego ante un público espectador. Cortesía de Didesex. Cuidad de México, México.

Aseguró que, si bien en Estados Unidos hay una mayor apertura a la pluralidad sexual, en América Latina uno de los principales problemas de discriminación es por la orientación sexual e identidad de género.

“Ese es el pequeño gran problema de Latinoamérica. Que tenemos tan normalizada la homofobia que no nos damos cuenta o no percibimos el daño que sí hacemos con nuestros hechos, con nuestras palabras, incluso, en nuestros propios hijos”, expresó Villanueva Hernández tras comentar que esas enseñanzas se reflejan en el alto número de crímenes de odio en la región.

Asimismo, los Latinos en los Estados Unidos son sujetos de los mismos estigmas dentro de sus comunidades, porque llevan consigo una tradición cultural con “prejuicios y estereotipos que socialmente se han ido replicando”, agregó.

El deporte como un derecho humano

Aunque Villanueva Hernández reconoció aunque en los reglamentos deportivos internacionales sí están adscritos los derechos LGBTQ+, tal como en la Carta Olímpica de los Juegos Olímpicos, también señaló que, en la mayoría de las ocasiones, estas protecciones solo se quedan en papel. 

“Si bien es cierto que ya lo dice la ley, la realidad es que no se hace nada, absolutamente nada”, planteó el activista. 

Atletas LGBTQ+ celebran una victoria. Cortesía de Didesex

Mientras que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comienzan el próximo viernes, 23 de julio, en Japón, en los pasados meses surgió una controversia sobre los inexistentes derechos LGBTQ+ en el país recipiente. 

Japón figura como el penúltimo país en avanzar en derechos LGBTQ+, dentro de los 40 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, informó la entidad. 

La organización Human Rights Watch publicó el pasado lunes, 12 de julio, una guía de reporteros para cubrir las Olimpiadas en la que estipula que el gobierno japonés debería de aprovechar los juegos internacionales para garantizar los derechos de esa comunidad.

Al reclamo se unen numerosas activistas, desde distintos países, para presionar a Japón en la otorgación de condiciones de vida dignas y equitativas para los LGBTQ+.

“Claro que es una cuestión de discriminación porque no tenemos los mismos accesos a espacios, a competencias, a apoyo, que lo puede tener un atleta heretosexual que va a unas olimpiadas”, comentó, por su parte, Villanueva Hernández sobre las escasas oportunidades para los LGBTQ+.

Sin embargo, las personas de la comunidad aprovechan las circunstancias para reinventarse y crear sus propios espacios de desarrollo íntegro, aseguró el también deportista.

“Gracias a la discriminación, también hemos adquerido diferentes herramientas de información, de empoderamiento sobre nosotras y nosotros mismos”, mencinó el administrador al enfatizar en que toman la inaccesibilidad en los deportes y lo convierten en algo positivo para la comunidad, como lo es Didesex.

Un futuro esperanzador

“El deporte es solo una cuestión de habilidad, de destreza y de capacidad, no más”, precisó el director.

Para que haya una inclusión en los deportes, Villanueva Hernández detalló que es necesario una educación integral con perspectiva de género, normalizar la comunidad LGBTQ+ como un valor social y fomentar la propia aceptación personal.

“Sí hay una manera de sentirnos libres y sí hay una manera de ser quien somos y de vivir sin miedo. […] Sabemos que nos enfrentamos a diferentes contextos adversos y diferentes condiciones que a veces no son favorables, pero ser nosotros mismos es sinónimo de ser felices”, concluyó.

Después de todo, el activista afirmó que continuarán rompiendo estereotipos y estigmas dentro y fuera de los espacios deportivos.

Danelys Estévez-Dávila is a senior at the Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, where she has studied journalism, French and gender issues while serving as an editor for el Pulso Estudiantil. She works as a volunteer at her local radio station and has begun to produce her own podcast. Reach her at danelys.estevezd [at] gmail [dot] com and on Twitter @estevezdavila.

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